MATERIA
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Oropel
Compuesto por muscovita, silicatos y sulfuro de hierro o pirita, es un mineral formado por delgadas láminas de micas brillantes— ha sido históricamente confundido con oro por su fulgor superficial. Geológicamente inerte, en los suelos es memoria del deseo humano por una utópica capacidad de brillo, sedimentada en la arena y en el encuentro con grandes piedras luminosas.
Tierras arcillosas
Diversas vetas componen suelos finos, plásticos y limosos, formados por la descomposición de rocas y materia orgánica en el valle del Catirai. Geológicamente fértiles, retienen agua y memoria. Simbólicamente, son materia de oficio: se amasan, se cuecen y se transforman en fuentes, ladrillos o pigmentos, dotados de la capacidad de construir refugio.
Aguas
(libres)
Fluidos dinámicos que modelan el paisaje y sostienen el ecosistema. Presentes bajo las napas subterráneas y como cuerpos de agua, transportan minerales y nutrientes esenciales para la cosecha. Corriente vital del territorio, forman los elementos, sostenidos en su capacidad de desplazamiento.
Cuarzo
Compuesto por dióxido de silicio (SiO₂), es uno de los minerales más abundantes en el valle del Catirai, y requiere millones de años para formarse en las profundidades de la tierra. Su estructura cristalina hexagonal y alta dureza lo vuelven resistente a la erosión. Posee un valor simbólico relacionado con su capacidad de dotar claridad, siendo un puente entre la tierra profunda que lo crea y la luz superficial que lo revela.